UN DÍA EN PRIMARIA

Nuestro día empieza relajado, hacia las 9 de la mañana. Al llegar, los y las txikis se quitan los zapatos y se ponen las zapatillas de estar por casa, su otra casa. Tras los primeros encuentros y después de habernos calentado un poquito sobretodo en invierno, los y las txikis se ponen a leer, hacer matemáticas, ir a por hojas para el herbario, preparar los materiales para un experimento, practicar minúscula…, en definitiva:  a trabajar.

Desde que comienza la mañana entre las 9h las 12h en la sala tranquila se hace un silencio agradable, es “su rato de concentración”. Cada txiki tiene su horario personal donde están plasmados sus intereses y las propuestas individualizadas por parte de las acompañantes. En él hay reflejados diferentes tipos de trabajos que en el día a día realizan tanto de forma individual, en parejas o grupal.

El momento del hamaiketako (almuerzo) es una sorpresa, al ser libre y que cada txiki pueda decidir cuándo ir, hace que cada día sea distinto. Cuando algún txiki decide hacer una pausa en su trabajo e ir a almorzar, puede que ese día almuerce sin compañía o puede que alguien se una al descanso y compartan entre conversaciones ese rato.

Hay días en los que coincidimos varios o incluso todos almorzando: mayores, medianos y pequeños. Estos días el rato del almuerzo se llena de risas, anécdotas, juegos, y los fríos días de invierno de una caliente infusión.  

A partir de las 12h, hay días en los que hay taller. Dividimos los talleres en tres tipos diferentes.

  • Hay talleres basados en propuestas e intereses de las y los txikis; este curso, por ejemplo, hemos tenido taller de costura, y también taller de lectura (les encanta que un adulto les lea en voz alta y dejar volar la imaginación).
  • Por otro lado, tenemos los talleres de pintura y arcilla, donde trabajamos de la mano de la Educación Creadora.
  • Por último, están los talleres propuestos por las acompañantes, donde se proponen temas elegidos por las mismas en base a las observaciones realizadas. Así, este año hemos hecho velas, hemos trabajado el cuerpo humano o temas más específicos como pueden ser: las multiplicaciones. 

Los días sin talleres previstos las y los txikis tienen juego libre el cual lo disfrutan o bien en la sala de la mugi (movimiento) o en el exterior. En este tiempo hay espacio para estar jugando a ser todo lo que nos podamos imaginar y así crear nuevos espacios y realidades. La mugi y el exterior por ahora han sido desde un circo, un castillo, un tobogán gigante, el fuerte de un rey, hasta una escuela dentro de la propia escuelita. 

No nos podemos olvidar de las excursiones que tanto nos gusta hacer, así entre consenso y propuestas, hemos visitado diferentes sitios. Por ejemplo, hemos estado en el bosque de Orgi, hemos ido a una hípica a aprender cómo se cuidan los caballos, y también, hemos paseado por Pamplona.

Además de las excursiones, todos los meses vamos a la biblioteca. Allí cada uno elige los libros que le interesan en base a las investigaciones en las que esté sumergido, y así luego poder utilizarlos para recabar información.

Para finalizar el día, tenemos lo que llamamos “cierre”, momento donde se junta el grupo al completo. Es un espacio de diálogo, toma de decisiones y consenso; donde compartir nuevos aprendizajes, experiencias, resolver posibles conflictos, etc.